Abstract:
En el Centro Poblado de Larimayo, del distrito de Antauta, provincia de Melgar, Puno, el sistema de agua potable genera dudas sobre la calidad del agua para esta población, puesto que no se realizan análisis bacteriológicos y parasitológicos; solo análisis de calidad fisicoquímica, motivo por el cual se presume que el agua que se está consumiendo presenta contaminación bacteriológica y parasitológica, conllevando a problemas de salud en la población. El objetivo de la investigación fue determinar la calidad bacteriológica y parasitológica en el sistema de agua potable del Centro Poblado de Larimayo, distrito de Antauta, provincia de Melgar, Puno, 2024. A través de la determinación del recuento de coliformes totales, coliformes fecales y Escherichia coli, mediante el método del Número Mas Probable, así como la evaluación de la presencia de formas parasitarias por el método de sedimentación y concentración, teniendo en cuenta los parámetros microbiológicos y parasitológicos establecidos en el Reglamento D.S. 031-2010-SA. La investigación tuvo un diseño observacional de tipo descriptivo de corte longitudinal. La población estuvo conformada por las aguas del sistema de agua potable del Centro Poblado de Larimayo, con 15 muestras durante 3 meses, junio, julio y agosto del 2024. Los datos fueron tabulados y graficados en el software Excel. En cuanto al recuento de coliformes totales, durante los meses de junio, julio y agosto no hubo presencia de coliformes en el ojo de agua, pileta 1 y 3, sin embargo, se encontró una carga 4 NMP/100 ml en el reservorio durante julio y agosto, y en la pileta 2 solo presentó 4 NMP/100 ml en el mes de agosto. En coliformes fecales el recuento fue 0 NMP/100 ml en todos los puntos de muestreo; y en relación a las formas parasitarias tampoco se en ninguno de los puntos. Se concluye que las aguas del Sistema de Agua Potable del Centro Poblado de Larimayo en sus puntos ojo de agua, reservorio y red domiciliaria se encuentran por debajo de los límites máximos permisibles establecidos por el MINAM (2017) y son aptas para consumo humano.